A mi abuela, Carmen de Michelena

Poema para mi abuela

Abuela, cuánto me enseñaste.

Sin darme cuenta,

cuánto me influiste.

Tus manos de terciopelo están en mi memoria

como dos pájaros que echan el vuelo,

libres,

en busca de horizontes nuevos.

Tus monturas brillantes, cristales de sabiduría,

como estrellas bajo la cúpula terrestre, 

mirando al mundo con un prisma

de optimismo y valentía.

Tu pelo ondulado, blanco 

como el mar de plata,

de ideales liberales

que busqué en tierras del sur,

siguiendo los pasos de nuestros antepasados,

que tantas veces escuché

en tus relatos.

Tu sonrisa, calma y cariñosa,

tu pedagogía viva y tenaz,

heredera de una enseñanza

de oro,

que nunca quedará atrás.